El Día Mundial del Suelo (WSD) se celebra anualmente cada 5 de diciembre desde 2014, año en el que la ONU designó esta fecha a propuesta de la FAO un año atrás. Este día se celebra  para recordar la gran importancia de los suelos para la vida tal y como la conocemos, centrando la atención en su gran importancia y de lo vital que resulta su conservación, a través de una gestión responsable y sostenible de los recursos que obtenemos de los suelos.

La supervivencia de nuestro planeta depende de nuestro precioso vínculo con el suelo. Más del 95% de nuestros alimentos y 15 de los 18 elementos básicos químicos esenciales para las plantas proceden del mismo.

Sin embargo, debido al cambio climático y la actividad humana, nuestros suelos se están degradando. La erosión y una inadecuada gestión del mismo altera el equilibrio natural de la tierra, desaprovechando recursos hídricos y reduciendo el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos que producimos.

Desde la Oficina para la Sostenibilidad  celebramos este día además de concienciando acerca de la gran importancia del suelo y el agua y su relación para que se desarrolle la vida y que podamos conseguir sistemas agroalimentarios sostenibles y duraderos , dando a conocer a la ganadora del Desafío 1 “El suelo como secuestrador de carbono”,  de la Campaña de Cambio de Hábitos para frenar el cambio climático.

Celia Doncel Moriano Ramos, estudiante de primero del doble grado de Administradicó y Direccion de Empresas y del grado en Derecho del Campus de Jerez,  ha resultado ganadora del sorteo del premio asociado a este desafío. Puedes ver el vídeo del sorteo en el Facebook de la Oficina para la Sostenibilidad: 

Partició el pasado 5 de noviembre en el desafío  poniendo a prueba sus conocimientos sobre el suelo y sus habilidades en la jenga con el que ponemos en conocimiento el impacto que generan nuestras acciones así como las alternativas más sostenibles para el cuidado de neustros suelos y nuestra seguridad alimentaria.

• La labranza mínima.
• La rotación de cultivos.
• La adición de materia orgánica.
• Los cultivos de cobertura, 

Estas prácticas también preservan la biodiversidad del suelo, mejoran la fertilidad y contribuyen a la retención de carbono, desempeñando un papel crucial en la lucha contra el cambio climático.