Con el avance de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y la entrada en vigor de la Ley 8/2018, de 8 de octubre, de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía, la Universidad de Cádiz, a través de nuestra Oficina para la Sostenibilidad, ha impulsado campañas ambientales y acciones de sensibilización para la adaptación y mitigación del cambio climático que se desarrollan en el entorno universitario y que dan visibilidad a los compromisos ambientales asumidos desde la Institución con el Desarrollo Sostenible y el Medio Ambiente, el consumo responsable y la minimización del impacto ambiental, todo ello bajo el horizonte marcado por las directrices plasmadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsado por Naciones Unidas.
En este contexto, la creación de este Bosque Honoris Causa dentro del propio campus de Puerto Real que, con la siembra de nuevos árboles por cada nombramiento de este título honorífico que da la universidad, constituirá una herramienta eficaz para la captación de toneladas de CO2eq en la atmósfera compensando de forma simbólica parte de la huella de carbono generada por cada uno de esos doctores honoris causa.
Los árboles presentes en el Bosque Honoris inaugurado en septiembre de 2021, son muy representativos del ecosistema propio del entorno biogeográfico de la zona. Además de los pinos piñoneros y el pino carrasco ya presentes en el espacio, han sido plantados:
- Un ejemplar de acebuche. (Olea oleaster) que representa a Dña. Soledad Becerril y Dña. María Izquierdo.
- Un ejemplar de algarrobo (Ceratonia silicua) en representación de Dña. Almudena Grandes.
- Un ejemplar de laurel (laurus nobilis) que representa a D. Francisco Giles.
- Un ejemplar de alcornoque (Quercus suber L) en representación de D. Alejandro Sanz.
- Un ejemplar de Araar (Tetraclinis articulata) en representación de D. Günter Pauli.
Los árboles presentes en este Bosque Honoris Causa ponen en valor espacios pendientes de aprovechamiento que, además de mejorar la calidad ambiental del campus universitario, sirven como receptores de gases de efecto invernaderos, contribuyendo a frenar el Cambio Climático y por ende a la consecución del ODS 13 de Naciones Unidas “Acción por el Clima”.
El valor añadido de este bosque universitario es la transformación de espacios verdes ornamentales que ejercían una función vertebradora del tejido universitario en laboratorios al aire libre donde el alumnado de diferentes disciplinas encuentre un espacio docente en el que realizar actividades acordes con su formación académica y se dote al campus de un recurso más para la educación ambiental.